La familia Fajardo perdió a uno de sus cinco hijos la noche del pasado lunes 4 de diciembre. Se llamaba Joan y tenía 13 años, aunque los doctores del hospital Dr. Miguel Oraa, en Portuguesa, escribieron que tenía 12 en la historia médica para poderlo ingresar a la emergencia pediátrica. Ya era un adolescente, pero pesaba unos escasos 11 kg.

Joan tenía la piel adherida a los huesos, parásitos, vómitos y diarrea. Lechosa y sopa de topocho era lo que se comía en casa de la familia Fajardo porque era lo que se podía conseguir con el poco presupuesto con el que contaban.

Sus padres intentaron ingresarlo al hospital de Guanare en tres ocasiones, pero no tuvieron éxito. No importó que llevaran consigo la orden firmada por los médicos que evaluaron al jovencito en un dispensario cerca del barrio en el que vivía, en Las Delicias. Las autoridades del centro de salud alegaron que el adolescente “no estaba deshidratado” y que por esa razón no podían atenderlo.

Fue gracias a Gotas de Esperanza Venezuela, una fundación creada hace poco y abocada a ayudar a los niños del Hospital Dr. Miguel Oraa, que Joan finalmente pudo ingresar el 24 de noviembre a la emergencia pediátrica. “Dijimos vamos a hablar con un doctor para que lo ingresen”, contó a Efecto Cocuyo un voluntario de la organización sin fines de lucro que se trasladó hasta el lugar en el que residía el adolescente.

No solo hospitalizaron a Joan, sino también al menor de sus hermanos. El pequeño Rafael Fajardo igualmente presentaba signos de desnutrición severa para el momento de su ingreso. Tiene dos años y entró con un peso de 7 kg., cuando lo estimado como promedio saludable para su edad son 13 kg.

El caso de Joan fue difundido por la fundación a través de la redes sociales e inmediantamente venezolanos en países como España, Chile, Estados Unidos, Brasil y Panamá enviaron donaciones para ayudar al menor de edad. Sin embargo, su salud ya estaba muy deteriorada. Los exámenes que le realizaron arrojaron que tenía problemas para respirar producto de los mismos parásitos.

El adolescente murió el pasado lunes 4 de diciembre a las 10:30 pm. Hasta la fecha se desconoce la causa exacta que le produjo la muerte: el hospital no entregó el informe médico de Joan a sus familiares.

“El papá dijo que necesitaba el informe médico, pero no se lo quisieron entregar”, indicó a Efecto Cocuyo uno de los voluntarios.

Sin pronunciamiento oficial

El hermetismo rodea al hospital Dr. Miguel Oraa y quienes hacen vida en el centro de salud aseguran que el caso de Joan no es único. “Hay otros casos de niños con desnutrición, pero están tratando de encubrirlo“, dijo una fuente interna que prefirió no revelar su identidad, por temor a represalias.

La misma persona confirmó que la semana pasada, previo a la muerte del adolescente, se contabilizaron otras tres muertes de niños con desnutrición.

Ayudar también es una odisea. La diputada por el estado Portuguesa María Beatriz Martínez denunció a Efecto Cocuyo que autoridades del centro de salud le impidieron ingresar donaciones de suplementos alimenticios para Joan. “Me dijeron que en el hospital no hacía falta nada y que el niño tenía todo lo que necesitaba”, dijo.

Efecto Cocuyo contactó a la directora regional de salud en Portuguesa, Maribel Cárdenas, para saber la causa exacta de la muerte de Joan y confirmar el deceso de otros niños desnutridos. La doctora confirmó que el adolescente ingresó al centro hospitalario y aseguró tener el informe médico. Sin embargo, no quiso proporcionar más información argumentando que estaba “ocupada” y sugirió contactar a su asesor jurídico.

.— ¿Cómo es que se llamaba el niño?

.— Joan Fajardo. Tenía 13 años.

.— Ahorita no te puedo dar la información porque estoy en reunión. Llama a mi consultor jurídico.

Fuente: Efecto Cocuyo