Un nuevo informe de las Naciones Unidas destaca que el número de hambrientos continúa creciendo por tercer año consecutivo.  Los fenómenos climáticos extremos, los conflictos o la desaceleración económica entre los principales causantes del fenómeno. América Latina, donde un 6,1% de la población está subalimentada, sigue la tendencia mundial, debido en gran parte a la situación en Venezuela.

La subalimentación se define como la condición en la cual el consumo habitual de alimentos de un individuo es insuficiente para proporcionarle la cantidad de energía alimentaria necesaria a fin de llevar una vida normal, activa y sana.

En el caso específico de nuestro país, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que “la desaceleración económica se ha sentido especialmente en el caso de Venezuela, donde la tasa de prevalencia de personas subalimentadas en 2017 fue del 11,7%, unos 3,7 millones de personas. Una tasa superior, por ejemplo, a la que registró en 2006, cuando fue del 10,5%“.

Según el estudio conjunto de varios organismos de las Naciones Unidas, el número de personas que sufren hambre ha crecido durante los últimos tres años, volviendo a situarse en los niveles de hace una década, y además la situación está empeorando en la mayoría de las subregiones de África, se está ralentizando “considerablemente” en Asia y está empeorando en América del Sur.

El número de personas subalimentadas o que sufrieron una carencia crónica de alimentos durante el año pasado ascendió hasta los 821 millones, 6 millones más que las registradas en el anterior informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo que se ha presentado hoy en Roma.

En todo América Latina y el Caribe, 39,3 millones de personas, un 6,1% de la población, estaba malnutrida en 2017 frente a los 38,9 millones en 2016. 3,7 millones provenientes de Venezuela.

El director adjunto de la división de la economía del desarrollo agrícola de la FAO, Marco Sánchez Cantillo, señaló que estás carencias se deben a varios factores dependiendo de la ubicación geográfica, como por ejemplo los conflictos, pero que en América del Sur un elemento muy importante fue la desaceleración económica.

Fuente: Naciones Unidas