Un mes después de que los quirófanos del Hospital de Niños J. M. de los Ríos pasaran casi dos semanas cerrados por un bote de aguas negras que colapsó el servicio de Neurocirugía, este miércoles una nueva filtración se asomó por las paredes de la unidad de Nefrología. En la unidad hay 10 niños hospitalizados y 24 pacientes reciben diálisis.
“No hay un chorro de agua, como pasó hace un mes en Neurocirugía, pero sí tiene mal olor, por lo que presumimos que son aguas sucias. El lunes habíamos visto un botecito en una de las paredes de un pasillo aledaño al área de diálisis, eso se había secado, pero hoy volvió a aparecer más abundante”, informó a El Estímulo Belén Arteaga, jefa del servicio de Neurocirugía.
La dirección del hospital aseguró que el jueves un equipo de mantenimiento romperá la pared para determinar la procedencia de la filtración y arreglarla.
A finales de marzo, 15 niños de la unidad se infectaron con bacterias que hasta el momento no han podido ser controladas. “El brote infeccioso aún lo tenemos. A pesar de que se cumplen las sugerencias de Infectología, no se ha logrado controlar. Hoy llegó una comisión del Instituto Nacional de Higiene para tomar muestras del agua y saber qué es lo que realmente está favoreciendo a que se perpetúe el proceso infeccioso”, dijo Arteaga.
Los padres habían denunciado que los niños no estaban cumpliendo con los esquemas de antibióticos porque el hospital no cuenta con los medicamentos.
“Hasta ahora no hemos encontrado resistencia a los antibióticos, hemos logrado tener vancomicina y meropenem a través de donaciones para seguir el tratamiento sin interrupciones. No hay continuidad en suministro de antibióticos por parte de la institución. Hoy me informaron que el hospital recibió vancomicina para tres días nada más”, indicó la doctora.
Por ser el único centro en el que se dializa a pacientes pediátricos, el servicio no ha sido suspendido, a pesar de que es la indicación para este tipo de situaciones.
Fuente: El Estímulo