Venezuela sufre una emergencia humanitaria. 3,4 millones de venezolanos han salido del país, lo que constituye el segundo mayor contingente de refugiados del planeta después de Siria, y el más grande en la historia de América.
Las tiendas están vacías y la población pasa hambre. Y eso, en un país donde no hay guerra. Por si fuera poco, también el sistema de salud en Venezuela ha colapsado. Imagínese que tiene una farmacia y debe mandar a sus clientes de vuelta a casa con las manos vacías. Imagínese que es médico y su salario es tan bajo que no alcanza para vivir. Imagínese que tiene cáncer y está esperando que las medicinas que necesita lleguen pronto, antes de que la enfermedad continúe expandiéndose. Este reportaje acompaña a dos pacientes, un médico en prácticas, un contrabandista de medicamentos y una farmacéutica al borde de la bancarrota para mostrar la realidad de la crisis médica en Venezuela. Abandonados por los políticos, los venezolanos buscan soluciones cotidianas para problemas que escapan a su control. Cada vez más médicos emigran al extranjero y los medicamentos escasean de tal manera que las personas enfermas buscan entre sus conocidos a quien tenga un familiar que haya muerto de la misma enfermedad, con la esperanza de poder obtener las medicinas sobrantes. Una situación que irónicamente llevó a decir a un locutor de la radio estatal que “en el país existe un gran sentimiento de solidaridad”.